HISTORIA
La historia de nuestra bodega no comienza como la mayoría de las bodegas familiares, buscando solera en los antecesores de la propia familia, justificando así su dedicación al mundo de la viticultura y del vino.
Nuestra historia comienza con la nuestra propia, pudiendo comenzar cuando nos conocimos; Nancy Castro Rodríguez y Constancio Ballesteros Magán; por destino o por casualidad, iniciando los estudios de enología, ciencia que a ambos nos cautivó, bien por vinculación familiar o por vocación. Juntos estudiamos, en el año 1990, en un lugar de La Mancha, como diría Cervantes, de cuyo nombre no quiero acordarme.
Partiremos desde el año 1997 una vez casados y viviendo en un pueblito de La Mancha, trabajando en una bodega cooperativa, una de tantas que hay en la comarca. Después de unas vacaciones de Semana Santa en la isla de La Palma, vimos con claridad nuestro futuro partiendo de unas viñas de la familia en una de las zonas vitivinícolas de Tijarafe y Puntagorda, cultivo que no estaba muy desarrollado, por no ser rentable y ser difícil de cultivar. Debido a la orografía del terreno, en la zona no había bodegas embotelladoras y los cosecheros elaboraban sus uvas, en viejas pipas de tea o de virginia y viejos lagares.
Nuestra historia comienza con la nuestra propia, pudiendo comenzar cuando nos conocimos; Nancy Castro Rodríguez y Constancio Ballesteros Magán; por destino o por casualidad, iniciando los estudios de enología, ciencia que a ambos nos cautivó, bien por vinculación familiar o por vocación. Juntos estudiamos, en el año 1990, en un lugar de La Mancha, como diría Cervantes, de cuyo nombre no quiero acordarme.
Partiremos desde el año 1997 una vez casados y viviendo en un pueblito de La Mancha, trabajando en una bodega cooperativa, una de tantas que hay en la comarca. Después de unas vacaciones de Semana Santa en la isla de La Palma, vimos con claridad nuestro futuro partiendo de unas viñas de la familia en una de las zonas vitivinícolas de Tijarafe y Puntagorda, cultivo que no estaba muy desarrollado, por no ser rentable y ser difícil de cultivar. Debido a la orografía del terreno, en la zona no había bodegas embotelladoras y los cosecheros elaboraban sus uvas, en viejas pipas de tea o de virginia y viejos lagares.
Aletargada en esos años por el paso del tiempo, parece que le había llegado el momento de despertar. Por nuestra parte, no hubiéramos encontrado otra comarca igual en el mundo, con tanta diversidad en cuanto a microclima y variedades de vides.
Así pues a comienzos del verano de 1997 decidimos dejar todo y comenzar una nueva aventura. Ese mismo verano empezamos a preparar la pequeña bodega que tenía la familia donde elaboraba sus uvas para el consumo propio y que estaba ubicada en unas cuevas excavadas en la montaña de Bellido. Por entonces, no hacía mucho tiempo que estaba funcionando la Denominación de Origen vinos de la Palma, de la cual nos acogimos en ese mismo año, comenzamos la vendimia el mes de octubre de ese mismo año y con escasos medios, tanto para la elaboración como para el embotellado, pusimos en el mercado la primera botella de vino. En el mes de marzo de siguiente año, comercializamos cuatro mil botellas de blanco, mezcla de Listan y Albillo, así como doce mil de tinto, Negramol y Prieto, con muy buena aceptación.
Siendo éstos, los principios a grandes rasgos de nuestra reciente historia, que fue de todo menos fácil. También fueron los comienzos del renacer de una comarca vinícola, donde hasta entonces, no era pensable que hoy día consiguiera convertirse en una comarca importante en la isla de La Palma y en toda Canarias, donde actualmente hay siete bodegas importantes amparadas con la Denominación de Origen La Palma y donde se ha recuperado y ampliado el viñedo en menos de diez años.
En la actualidad, trece años después, podemos decir que no nos equivocamos al comenzar este proyecto, seguimos juntos, haciendo lo que nos gusta, siendo afortunados de poder disfrutar y vivir con nuestra familia en un paraíso sin igual. Nos sentimos orgullosos de colaborar en el mantenimiento de un paisaje y forma de vida.
Siendo éstos, los principios a grandes rasgos de nuestra reciente historia, que fue de todo menos fácil. También fueron los comienzos del renacer de una comarca vinícola, donde hasta entonces, no era pensable que hoy día consiguiera convertirse en una comarca importante en la isla de La Palma y en toda Canarias, donde actualmente hay siete bodegas importantes amparadas con la Denominación de Origen La Palma y donde se ha recuperado y ampliado el viñedo en menos de diez años.
En la actualidad, trece años después, podemos decir que no nos equivocamos al comenzar este proyecto, seguimos juntos, haciendo lo que nos gusta, siendo afortunados de poder disfrutar y vivir con nuestra familia en un paraíso sin igual. Nos sentimos orgullosos de colaborar en el mantenimiento de un paisaje y forma de vida.