CAVAS SUBMARINAS

Introducción

Como cualquier Bodega  inconformista y modesta en busca de algo novedoso, desde el 2007 estamos investigando la manera de envejecer vino sin utilizar barricas de roble. La crianza de un vino se trata de  exponer el vino más adecuado a la oxidación y reducción provocando así  su envejecimiento. Ya en tiempos pasados se practicaba el envejecimiento con otros métodos como la exposición de los vinos a las radiaciones solares en envases de vidrio y los cambios de temperatura del día y la noche por varios meses, o el envejecimiento en botella de varios años, como la más futurista de la aplicación de la hidrólisis para este fin. La idea es sustituir en parte la crianza  estos vinos con los medios naturales que podemos disponer sin tener que utilizar recursos naturales irrecuperables como los robles  de los que se abastecen para  producir barricas, que además de tener un sobrecoste, debemos  renovar cada dos años.

Criterio:

La finalidad es buscar el envejecimiento adecuado al vino que elaboramos, para este fin, utilizando medios naturales y justificando el valor añadido por aplicar esta  técnica con sus dificultades y peligros. Además de  asociarnos con  el club de submarinismo la cueva bonita para poder visitar esta bodega en el fondo del mar y así enlazar el mundo del vino con el submarinismo.

Procedimiento:

Hemos establecido partidas de  botellas de diferentes tipos de añadas y vinos bien estables y  con características propias para la guarda, un  tinto, un  blanco seco y un  dulce, de las cuales hemos sumergido   botellas con corcho visto, otras  selladas a una profundidad determinada  aproximadamente a 15 m bajo el mar con temperatura estable y cambios muy suaves mas la luminosidad adecuada, estas tres medidas son transcendentales para la persecución de este fin, estando ya establecidas con anteriores pruebas. Las restantes  botellas permanecerán en bodega de testigo con el corcho visto.

Conclusiones:

Analíticamente se deben hacer muestreos cada tres meses; soportando satisfactoriamente las condiciones extremas a las que están expuestos,  el 90%  de los vinos sumergidos.

Organolécticamente de momento no  expondremos nuestras conclusiones para no sugestionar a los futuros consumidores, desarrollando  este campo a su debido tiempo.

Todo esta en experimentación dando resultados muy variables según tipo de vino (parámetros de los principales componentes de  los diferentes vinos así como las variedades utilizadas), profundidad (desde los 5 m a los 20 m, este parámetro es el que determinara la compensación de presión ejercida sobre la botella) luminosidad y  temperatura y tiempo (según época del año nos encontramos una luminosidad diferente con temperatura de 16º a 20º C y con una estancia minima de tres meses a dos años. Todos estos datos resumidos aquí son una gran extensión de posibilidades que no tendremos resultados concretos y fiables hasta pasados varios años, como toda investigación podremos encontrarnos fracasos y satisfacciones por el camino.

Impacto medio ambiental:

Sin ser expertos en la materia podemos Exponer nuestra visión con conclusiones objetivas y pruebas.

El  lugar donde se hacen las pruebas son varios puntos concretos del litoral oeste de la isla de la Palma a mar abierto, a  la profundidad aproximada de 15 m, en sitios donde la flora y fauna marina se ha diezmado mucho en el último siglo.

Se observa a partir de los dos meses de estancia la proliferación de microorganismos en el material sumergido así, como muestras de vida  animal en los alrededores, aumentando según el paso del tiempo y observando que las botellas entrelazadas con huecos intermedios actúan de guardería de las crías de diferentes peces, como si de un oasis se tratara.

En este punto hay que decir que el material introducido en el mar es todo de origen natural desde el vidrio (arcilla), vino, corcho natural( corteza de alcornoque).